Cuando dejamos la puerta "entreabierta"

Existen muchos escritos acerca de cerrar puertas, y con el tiempo vas entendiendo que es una de las tareas más difíciles, y si eres mujer y adulta se duplica la dificultad. De hecho, en ocasiones cerrar una puerta que se abrió de manera fácil , requiere de una gran inversión emocional y hasta económica. Y por puertas debemos entender relaciones sentimentales, laborales, familiares, etc. En fin toda relación representa una puerta.

En ocasiones, tenemos el firme propósito de avanzar en una de las áreas de nuestra vida, y creemos que ya hemos cerrado la puerta que marca el cambio de etapa, sin embargo lo que hemos hecho es lo que en buen dominicano llamamos "juntar la puerta" o dejarla a medio cerrar. Al pasar del tiempo, y por las situaciones que se nos presentan vemos que es sumamente importante verificar que hemos cerrado perfectamente una puerta, para poder abrir una nueva.

 
Me explico mejor, mi tema viene ya que mi amiga Juanita se planteó hace ya un tiempo superar esa relación que no representaba ninguna perspectiva de avance u objetivos comunes. Estaban juntos, pero sin un propósito conjunto y lo que es peor, ambos lo sabían, pero ninguno se decidía a cerrar la puerta por completo. En ese trayecto Juanita había conocido personas maravillosas, que no lograban entrar porque la puerta estaba bloqueada. Hasta que finalmente, mi querida amiga se empodera y decide eliminar el obstáculo que mantenía la puerta entreabierta, esto le permitió cerrar por completo esa relación, digo esa puerta, y abrir una nueva que le ha permitido pasar a una vida mucho más divertida, y al modelo de relación que ella buscaba.

 Esto me lleva a verificar todas las puertas que en mi vida están entreabierta para cerrarlas "con candado", y dedicarme a abrir por completo nuevas puertas de la felicidad, recuerden que "una casa con dos puertas, es difícil de guardar".