Cómo
les explico lo qué sentí en ese momento, yo me preguntaba en silencio, y ¿Qué
haría ella con ese cuerpo a los 78 años y con un esposo de 85?
Mirándola a los ojos,
solo pude responderle: - "pero mami y para qué, si ya tu tuviste un cuerpo como
ese". Ella me respondió: - "ay si es cierto, yo era así de flaquita." Por un lado, entiendo lo bueno que es tener ese sentido de la eterna juventud y deseo de verse bien hasta morir de viejo. Por otro lado pensé para mi, "entonces una nunca descansa de seguir deseando lucir como los estereotipos de belleza que nos ofrecen los anuncios comerciales y las revistas de moda". Ahora que estoy viviendo la entrada a mi maduritud, por la cual ya pasó mi madre, puedo ver mejor la realidad de que la mujer coqueta, aunque encuentre nuevos hobbies y se sienta más segura y completa, no pierde ese deseo de ser una "modelo de mujer".
Cuando,
le dije a mi madre que ella tuvo ese cuerpo, también le dije, pero en voz más baja, "tú
no lo necesitas". La admiración que sentimos sus hijos y relacionados por ella y
el amor e interés que le manifiesta mi padre, me hacen ver que no es necesario
ese encantador cuerpo de photoshop y que ella con su barriguita y sus
cicatrices y arrugas es en verdad un "Modelo de Mujer".
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