Y no volvio a llamar!

Odio esa actitud de los hombres de comportarse tan aprobadores en la ultima cita, como si ya hubieran conocido la persona con la cual desean pasar el resto de su vida, y luego descartarte sin decir una palabra, sin explicarte en que fallaste, sencillamente aplican “delete” sin contar contigo.

Recuerdo el día que estando sentadas en un famoso bar, ese chico, que reunió por lo menos 8 de los 10 mandamientos del soltero codiciado, solicitó el teléfono de mi amiga Juanita; ésta con actitud de alagada entregó todos sus números posibles. Al dia siguiente, no podíamos esperar para confirmar si llamaría, y efectivamente, si… lo hizo, llamó y realizó la primera invitación.

Fueron a cenar a un lugar discreto hablaron de la vida, los amores y lo bueno del vino que les sirvieron, una noche encantadora que concluyó con un “es una de las mejores noches de mi vida”, a propósito, qué piensas hacer mañana?

Mañana? No se, qué vas a hacer tú? …Respondió Juanita, atrayendo ese segundo encuentro. Él de inmediato, qué te parece si vamos a la playa, conozco un lugar maravilloso que nos expone totalmente a la naturaleza y nos hará sentir los dueños del mundo.

Con esa promesa no sé quién se podría negar; pero Juanita no era. Quedaron a las 10 a.m. desde las  9 ya Juanita estaba lista, aun con la alta lista de atuendos que fue probando antes de decidir que usar. El llegó tal como prometió, y convirtió la mañana de ese domingo en un sueño hecho realidad. Terminado el día, la regreso a su casa prometiendo llamar al siguiente día.

Bueno, si alguien sabe de él, díganle que tanto Juanita como yo esperamos que nos cuente qué ha sido de su vida para concluir este relato.