En la obra de Junyent, es difícil para dos hermanas deshacerse de todas sus memorias a través de la casa de sus padres, pero revivo este tema, mirando lo difícil que es romper de raíz relaciones, laborales, amistosas, y sobre todo sentimentales. Una vez que toca concluir una etapa y deshacer lo que se había cultivado con esto, se torna al igual que la obra en una historia catarquica y hasta emocionante.
Mi
amiga Juanita, terminó por motu proprio su última relación con un joven que se
mostraba muy emocionado con ella, pero una relación que ninguno de los que
estamos a su alrededor entendíamos. Sin embargo, luego de varios meses de
cappuccinos, sangrías, margaritas y otros traguitos sociales más, me doy cuenta
de que ella finalizó la relación sin estar preparada para deshacer la casa.
Amigos
se preguntaran: ¿qué es deshacer la casa?. Bueno desde mi humilde esquina es
terminar de una vez por todas con ese estado de dependencia que se crea
alrededor de la mayoría de las relaciones. De esa serie de excusas para
mantener vínculos emocionales o económicos en relaciones que ya no tienen
futuro.
En
ocasiones nos atamos a lo material pero sólo como pretexto para continuar con
el vinculo sentimental y creamos círculos viciosos que no nos permite avanzar
hacia otra etapa de nuestras vidas y que, de alguna forma, también afecta la
vida de los demás involucrados en la relación. Ya lo he propuesto antes y les
recomiendo nuevamente que vendan, regalen, voten, renuncien, en fin desháganse de todo lo que atenta contra su felicidad, y
por supuesto construyan una nueva casa.
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