Particularmente yo, la amiga de Juanita, nunca he apoyado la autodestrucción de algunas mujeres, que se mantienen al lado de hombres infieles salvando un pseudo matrimonio o una tonta relación, y mucho menos comparto con aquellas que se creen las salvadoras de hombres desesperados y que entran a formar un trío emocional y además aúpan ese mal comportamiento masculino.
Mi
amiga Juanita, en una ocasión, comenzó a aceptar las invitaciones de un hombre
ya comprometido, quien le prometía villas y castillas y claro todas las joyas
que deseara, menos el "aro de
matrimonio", porque ese estaba reservado para la, a veces bruja y
otras veces, pobre esposa. No entiendo cómo es que algunos matrimonios se
vuelven real y efectivamente indisolubles, pero este era el caso del galán de
Juanita.
Pero
mi amiga, gracias al altísimo, no le siguió el juego a este Don Juan, sin
embargo años después nos percatamos que la Señora Esposa si se lo ha seguido,
permitiendo una y otra vez la infidelidad, para luego escucharla en el salón de
belleza decir, que este hombre le destruyó su juventud y verla mostrar una
amargura mayor que la de la Bruja del 71. Y no es por nada, pero esta situación
sólo me trajo a la mente la frase del escritor Rudyard Kipling: "La más tonta de las
mujeres puede manejar a un hombre inteligente, pero es necesario que una mujer
sea muy hábil para manejar a un imbécil."
Y si, todo hombre que no puede sostener una buena relación para mí es un simple imbécil, y con esto vuelvo al punto de empoderarse en cuanto a sus decisiones, si usted decide estar en una relación infeliz, ha decidido ser infeliz. Es hora de dejar de amar por limosna, a quien no merece el amor. Es importante saber que en las relaciones de amor, no sólo existe el punto y seguido, también existe el Punto Final.
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